15/04/2006, 21:25
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 | Viejo demente | | Fecha de Ingreso: junio-2004 Ubicación: Caracas - Venezuela
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| Pienso que no existe una receta única para clasificación de fuentes. Un diseñador de libros o revistas tiene distintas necesidades y enfoques que uno de p.o.p, de identidad corporativa o de estampados en tela. Ni hablar de los diseñadores web, cuyos requerimientos son muy distintos al impreso.
En las clasificaciones mencionadas no he visto las pixel fonts ni las monoespaciadas, que por cierto son de lo más usadas actualmente. Personalmente tengo un orden para mis fuentes (Muchas por cierto) que sólo sirve para mi desempeño. Otros diseñadores podrían sentirse incómodos con tal clasificación.
También pensaba que quienes nos buscan es porque buscan nuestra asesoría. Mostrarle un catálogo de fuentes a un cliente es como el médico que ponga a elegir a un paciente si le abre las tripas con el bisturí de 3/64 o el de 1/128. Caramba, esos detalles ya corresponden al profesional a cargo. Igual pasa con el aspecto que se está discutiendo.
Una vez me vino un escritor entrado en años que quería su libro completo en letra gótica (Sí, esa que se usaba en el siglo 13). Le dije que era una locura y se marchó algo molesto. Como a las 2 semanas volvió con el rabo entre las piernas contándome que había encomendado el trabajo a otro diseñador y éste accedió a colocarle sus góticas. Se diagramaron 40 páginas antes de que el autor decidiera que la letra se veía espantosa para texto. Tuvo que pagar la diagramación, impresiones y el mal rato. Sobre todo pagó con algo muy valioso: tiempo.
Zapatero a su zapato.
Saludos. |