La idea es que puedan lanzar ataques a computadoras de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.
Un nuevo tipo de guerra se está llevando a cabo. Por ahora es menos
dañina que la guerra convencional, pero sus derivaciones pueden llegar a ser más terribles. Según datos del Ministro de Defensa de Corea del Sur, sus vecinos del Norte estarían entrenando a centenares de hackers con el fin de desatar una guerra informática contra Corea del Sur,
Estados Unidos y Japón.
En una de las regiones más calientes del planeta, donde día a día crece la posibilidad de un enfrentamiento armado a escala nuclear (algo que incluso ilustró el último film de James Bond, Otro día para morir), el documento presentado por las autoridades surcoreanas indica que Pyongyang, la capital de Corea del Norte, está preparando a unos 600 hackers para que sean capaces de lanzar un ataque sincronizado contra varios países.
Los militares norcoreanos prepararon un programa especial universitario de 5 años de duración, diseñado para que los expertos conozcan las debilidades de los sistemas de las potencias occidentales.
Según el documento, entregado al comité de Defensa del Parlamento en Seúl, los expertos del régimen comunista están trabajando ya para "piratear" las informaciones militares de Japón, Corea del Sur y EE.UU., para sembrar el caos en las comunicaciones de estos países enemigos de Pyongyang. El informe señala que Corea del Norte comenzó a preparar a estos técnicos especializados en 1986, sometiéndolos a una carrera militar y una cuidadosa selección, para determinar quiénes podían convertirse en "piratas" de elite capaces de infiltrarse en los sistemas de defensa de los estados enemigos.
En el documento se afirma también que la capacidad de desatar una "guerra informática", por parte de norcorea, es similar a la que pueden tener los países más avanzados del orbe.
La denuncia tiene como fundamento los sucesivos ataques cibernéticos que sufrieron más de 300 sistemas del gobierno y dependencias como la Asamblea Nacional y el Instituto de Investigación de Energía Atómica de Corea del Sur. Durante esos ataques, los sistemas se vieron infectados de
virus capaces de robar passwords y otra información importante.
Pero además el asunto se pone más complicado: la inteligencia de Corea del Sur rastreó a los hackers en China, sin que quedara claro todavía si es que están en ese país o solamente utilizan una red china. El Ministerio de Defensa surcoreano sospecha que el Ejército de Corea del Norte comenzó a preparar en 2001, en una segunda fase de ese plan, un ataque cibernético masivo lanzado desde China, con el fin de confundir sobre el origen de la ofensiva.
Claro que, como dice el dicho popular, no siempre la culpa es del chancho: los surcoreanos son bastante vulnerables a sufrir este tipo de ataques debido a que son el país con mayor uso de banda ancha del mundo, pero tienen bajísimos niveles en materia de seguridad informática.
