O lo que es lo mismo: "b or not to b".
Algún post que preguntaba acerca del uso de b o strong, me dejó pensando un poco. Aquí reflexiono...
La tradición oral de las culturas implica un cambio en las diferentes versiones de las narraciones, pasando quizá ser algo noticia, a ser remembranza, quizá después historia, y tal vez después mito o leyenda.
Ciertamente la diferencia entre la pre-historia y la historia está definida con la aparición de la escritura, tal vez en algunos casos con la pintura, que mantienen una mayor solidez a estas narraciones en su paso por el tiempo.
La jerarquía de los elementos de una narración, por ejemplo, el tamaño de los personajes en un grabado egipcio, o en alguna pintura pre-renacentista, nos indican la jerarquia que el mismo artista percibía.
El lenguaje escrito ha encontrado también sus maneras de diferenciar la jerarquía en esta información. Los títulos, los tamaños de letra, la misma mayúscula y minúscula, son maneras de diferenciar la información.
Actualmente mucha gente mantiene la vieja costumbre, (de la era de las maquinas de escribir...) de RESALTAR un texto usando puras mayúsculas. Quizá para un título.
En aquella época era casi la única manera de resaltar un texto de otro. Quízá un poco bárbaro era regresarse y escribir, regresarse y escribir, tal vez con el afán de entintar más aquella palabra, y emular el uso de la negrita, reservada sólo para los libros de imprenta.
Solo es de unos años para acá, que se tienen mayores posibilidades para darle sentido a los textos. Con la aparición de los programas como WordStar, o aquellas versiones de Word para Dos, el usuario podía cambiar el tamaño de la letra o asignar negrita o itálica a voluntad.
El hipertexto, es un salto mayor aún. Etiquetas que me dicen más información de una palabra, la jerarquía de los títulos, la relación entre estos. Incluso todo un tratado acerca de esa palabra. Una frase ahora no solo se resalta, sino puede marcarse como una cita <q>, como una cita <cite>, o como una cita <blockquote>. Es más, con xml puedes hasta hacer una cita <quijotedelamancha>.
Aunque por mucho tiempo una negrita era la única manera de mantener cierto énfasis, en una palabra, es ahora cuando recordamos que lo negrito o acostadito, fué una manera circunstancial de darle este énfasis. Lo importante era el énfasis.
Lo cierto es que habría que estarle más agradecido a estos mecanismos que por algunos siglos fueron la manera más adecuada de dar estos énfasis. Describir una frase poética quizá las palabras que el tiempo se llevó. o recordar qué es importante.
Creo que cierto agradecimiento está en el hecho que <b> e <i> no se volvieron etiquetas depreciadas, como el caso de font.
Tal vez nunca se institucionalizó la manera de dar entonación a una lectura con itálicas, ¡¿Para qué?!, ¡¡Si para eso están los signos de puntuación!!.
Quizá estas sutilezas de un libro eran eso, susurros entre el autor y el lector... quizá solamente entre el impresor y el lector, negadas para las personas que escuchan un poema de labios de estos cómplices de un libro.
¿Que se dirá en el futuro de un texto azul? blue, en inglés, retomado como sentimiento de tristeza. O el diálogo de una niña Freza, ¿vez?.
En fin. Quizá el romanticismo que implica un texto así, inclinado, mirando al cielo, no sea una cuestión de sintáxis.
