Para aprovechar los 4 Gbs de RAM qué S.O. de Windows le pongo?

[-Defero-]

Permitidme que me meta en esta conversación. Hablaré de oídas, porque jamás he usado un sistema de 64 bits, sólo he visto Windows Vista en YouTube, y la mayor cantidad de RAM que he llegado a "mover" ha sido de 1 GB. Pero como yo lo veo, las distintas opciones son éstas:

- Usar WinXP de 32 bits. Ventaja: compatibilidad con mayor cantidad de hardware y software que las otras tres opciones, software ya maduro y testeado. Desventaja: "sólo" podrás usar el 87'5% de tu memoria RAM (3'5 de 4); aunque la mayoría del tiempo usarás una cantidad mucho menor de ese 87'5%, así que ni lo notarás.

- Usar WinXP de 64 bits. Ventajas: podrás usar los 4 GB de RAM completos (aunque las circunstancias en que usarás tanta RAM se darán muy pocas veces). Desventajas: incompatibilidad con software del que sólo exista versión de 32 bits, e incompatibilidad con hardware cuyos controladores sólo existan en versión de 32 bits.

- Usar WinVista de 32 bits. Ventaja: en lo que a la RAM respecta, ninguna, ya que la que tienes disponible parece ser la misma que con WinXP. Es más, como WinVista parece consumir más RAM que WinXP, sales perdiendo. Desventajas: incompatibilidades con software y hardware propias de un sistema que acaba de salir al mercado. Además se trata de un sistema poco testeado, no tiene la madurez de WinXP.

- Usar WinVista de 64 bits. Ventajas: las mismas que WinXP de 64 bits. Desventajas: las mismas que WinXP de 64 bits y WinVista de 32 bits.


En fin, yo optaría por WinXP de 64 bits únicamente si realmente fuera a necesitar tanta RAM a menudo y estuviera seguro de que dispongo de controladores para todo mi hardware, y optaría por WinVista únicamente si tuviera tanta curiosidad como para asumir todos los "costes" que supone. En la mayoría de las situaciones, optaría por WinXP de 32 bits, y "sacrificaría" ese medio giga de RAM.

Aunque he de admitirte que yo no soy usuario de MS Windows, sino de GNU/Linux, así que mi opción sería otra. Pero te lo digo poniéndome en tu piel.