Exclusión de la capacidad 3G, dejando la conexión inalámbrica limitada a una lenta y poco eficaz EDGE, única alternativa en espacios sin redes Wi-Fi.
Imposibilidad de usar las canciones como tonos de llamada.
La incapacidad de grabar vídeos.
La incompatibilidad con Adobe Flash y Windows Media (sólo se pueden ver vídeos en QuickTime)
Ausencia de mensajería MMS.
Se quedan en el tintero los videojuegos, el reconocimiento de la voz, la ranura de expansión de memoria, el sistema A2DP (para enviar audio estéreo vía Bluetooth), la capacidad de sincronización inalámbrica, el GPS o la edición de textos (las funciones copiar, cortar y pegar no han sido contempladas).
Además, será necesario darse de alta en iTunes, muchos de los auriculares de otras marcas no serán compatibles con el dispositivo y cada 300 ó 400 recargas habrá que acudir a Apple para cambiar la batería, ya que ésta no es extraíble.
Hay que sumar la obligatoria activación del servicio telefónico en AT&T con un contrato de permanencia de dos años que, en el mejor de los casos, cuesta 60 dólares mensuales.
En otras palabras, usar un iPhone en Estados Unidos durante dos años tendrá un precio mínimo de casi 2.000 dólares.
Fuente
Me quedo con mi W710i y mi giga de memoria
