Yo he sido usuario de PC desde el principio de los tiempos, allá cuando todavía no existía ni el disco duro

y los monitores eran monocromos de fósforo verde.
Del Msdos pasamos a la primera versión de Windows y con ello nuestro amigo Bill Gates pasó a hacerse con el monopolio mundial de la informática doméstica.
Con la llegada de internet, he sufrido como todos durante años los problemas derivados de los dichosos virus informáticos, y me pasaba más tiempo haciendo "limpieza" y solucionando los problemas de mi ordenador que disfrutando realmente de él.
Hace unos 8 años me compré mi primera videocámara en formato miniDV y con ello me aficioné a la edición de vídeo, lo que me acarreó nuevos y graves problemas informáticos, ya que la capacidad/potencia de mi PC no eran suficientes para mover correctamente toda la información que requiere el video, y el ordenador se quedaba "colgado" continuamente, cuando no era aún peor y perdía por arte de magia todo el trabajo llevado a cabo durante muchas horas.
A través de un foro de gente aficionada a la edición de vídeo, me enteré que el Mac demostraba ser mucho más capaz para funcionar y que no daba los problemas habituales de los PC. Me decidí a dar el salto y con muchas dudas ante lo desconocido me compré mi primer iMac hace unos cinco años, aproximadamente.
Al principio estaba muy desconcertado porque mi nuevo sistema operativo (OSX) era muy distinto a lo que yo conocía, e intentaba hacerlo todo como antes lo hacía con Windows. Pero poco a poco fuí descubriendo las bondades de mi nuevo equipo y me dí cuenta de que todo era mucho más fácil de lo que yo pensaba, y que presentaba una interfaz más "amigable" y rápida que Windows. Se acabaron los virus (no tengo ni siquiera instalado un antivirus), los "cuelgues" y la pantalla azul. Para colmo, el programa de edición de video que traía ya instalado me permitía funcionar sin ningún tipo de problemas y era capaz de hacer estupendos DVDs con mis películas fácil y rápidamente.
Total, que al año de funcionar con Mac ya no quería ni oir hablar de los PC ni mucho menos de Windows, y así continúo hasta ahora, tan feliz de haber realizado aquel cambio. Cuando gente allegada me cuenta sus eternos problemas con sus ordenadores (PCs, por supuesto), no puedo dejar de esbozar una sonrisa.

Ya voy por mi segundo iMac, y en este además puedo arrancar a mi voluntad en OSX, que es como funciono normalmente, ó bien en Windows por si quiero utilizar algún programa en concreto que no tenga versión para Mac. Para colmo, el diseño es mucho mejor y luce en mi despacho más bonito que cualquier PC. ¿Quién da más?
Perdonad por todo este rollo que he soltado, pero al César lo que es del César...
P.D.: palabrita del Niño Jesús que no soy distribuidor oficial de Apple ni familiar de Steve Jobs.