Todo puede resumirse a que ahora lo usa el que tiene ganas. El resto es futurología. Si los que propician coffeScript mantienen un diálogo fluído con el comité TC39 (o el comité TC39 ve con buenos ojos sus propuestas), muy probablemente muchas de sus características serán adoptadas por el estandar. Si no, quedará en otro de tantos forks soportado únicamente en el ámbito que lo envuelve. Lo que es innegable es lo dicho por Brendan Eich: "Un lenguaje externo que recubra al original compilándolo no puede ser en ningún caso suficiente".
Además, hay otros actores que definen el futuro del lenguaje, por lo cual ser taxativo es, cuando menos, ridículo. Ya vimos lo que sucedió con
ECMAScript 4.