Soy un suicida en potencia. Con nombre y apellido.
Pero soy un suicida cobarde por excelencia, lo que me limita a no poder atentar contra mi vida, ya que le tengo pánico al sufrimiento y al dolor.
La decisión de perder la existencia física esta firme.
No sufro alteraciones mentales, ni tengo bajo mi cociente intelectual, no estoy enfermo ni desahuciado .
Solamente decidí que no quiero seguir mas en este mundo.
Por eso y antes que alguna locura se apodere de mi psiquis, trato de donar mis órganos. Entiéndase, para los mas lentos, una operación ahora, ya. Sin demoras.
Quiero que quede claro que de esta forma se pierde una vida pero se gana media docena de otras.
Y así estamos todos conformes.
Luego de haber explorado la red buscando lugares donde realizar una donación de órganos, fueron encontrados varios, los que desatendieron la oferta.
No quisiera que el mercado negro siguiera tentándome. Es al fin la manera mas rápida de realizar este suceso.
Se que en este momento habrá quien se sienta escéptico de este comunicado. Pero remitiéndome a la primera frase, la idea es poder hacer una última obra de bien.
No pido respuestas hipócritas tendientes a cambiar este pensamiento. Es mi decisión, la cual debe ser respetada.
Tampoco le estoy pidiendo permiso a nadie para hacerlo.
Es simplemente una oferta que hago.
Gracias por su atención.
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