Ver Mensaje Individual
  #2 (permalink)  
Antiguo 04/06/2003, 15:33
Avatar de tilu
tilu
 
Fecha de Ingreso: agosto-2002
Ubicación: u-l-d-m
Mensajes: 1.885
Antigüedad: 21 años, 8 meses
Puntos: 5
Antecedentes

Antes de la aparición de los tipos móviles de plomo a mediados del siglo XV, las noticias se difundían por vía oral, por carta o por anuncio público. Hasta 1609 no se empezaron a publicar los primeros periódicos. Estos ejemplares, impresos en el norte de Alemania, se denominaban corantos y publicaban 'sueltos' sobre sucesos en otros países. La palabra noticia se acuñó un siglo más tarde.

En menos de 20 años ya se publicaban periódicos en Colonia, Frankfurt, Berlín y Hamburgo (Alemania); Basilea (Suiza); Viena (Austria); Amsterdam y Amberes (Bélgica). Los periódicos de Amsterdam, impresos en inglés y francés, llegaron rápidamente a Londres, donde el primer periódico vio la luz en 1621, y a París, donde el primer periódico apareció en 1631. En el año 1645 Estocolmo disponía de un periódico de la corte que aún se publica.
Los primeros periódicos eran de formato reducido y por lo general sólo tenían una página. No tenían ni cabeceras ni anuncios y se asemejaban más a un boletín que a los periódicos actuales de página grande con cabeceras en negrita y abundantes imágenes.

Evolución

El primer periódico inglés de tirada continua fue el Weekly News (1622-1641). Los primeros periódicos en Inglaterra contenían en su mayor parte noticias extranjeras, pero en 1628 aparecieron las primeras publicaciones por cuenta de los funcionarios que informaban de los debates en el Parlamento inglés. Estos periódicos se denominaban diurnos.

La censura fue uno de los problemas a los que tuvo que hacer frente la incipiente prensa inglesa a lo largo de gran parte del siglo XVII. Hacia el año 1630, bajo el reinado de Carlos I, la prensa tuvo que soportar grandes restricciones (incluida la concesión de licencias); estas restricciones se mantuvieron durante las guerras civiles de la década de 1640. A mediados del siglo XVII, durante el gobierno de Oliver Cromwell, se mantuvieron las limitaciones a la prensa. Con la restauración del rey Carlos II en 1660, se fueron eliminando progresivamente la concesión de licencias y demás restricciones, y la prensa inglesa pudo publicar en un ambiente de gran libertad siempre y cuando se abstuviese de criticar al gobierno. En 1702 se fundó en Londres el primer diario de Inglaterra, el Daily Courant.

En los años siguientes aparecieron un sinfín de periódicos, incluido el diario decano superviviente, el Times fundado por John Walter en 1785. En principio el periódico se llamó Daily Universal Register, que se abrevió a Register of the Times y luego simplemente Times, a finales de ese mismo año. Fue el primer periódico en el Reino Unido que empleó a corresponsales extranjeros, al contratar a H. Crabb Robinson para cubrir la guerra de la Independencia de España, frente a Napoleón. El Times fue propiedad de la familia Walter hasta 1908, en que lo adquirió Lord Northcliffe, en feroz pugna con C. Arthur Pearson.

La supresión del impuesto público sobre los periódicos en 1855 provocó una reducción global del precio y un aumento de su circulación. El Daily Telegraph apareció nada más desaparecer dicho impuesto, en un momento en el que ya había diez periódicos diarios en Londres. El Times se vendía a siete peniques, mientras que la mayoría de los demás, incluidos el Standard y el Daily News se vendían a seis. El Telegraph se lanzó al precio de dos peniques. Los precios fueron disminuyendo a finales del siglo XIX al irse abaratando el papel y disponerse de mejores máquinas de impresión. A medida que aumentaba la circulación creció la publicidad, proporcionando a los editores una fuente importante de financiación aparte de la procedente de las ventas. Todas estas circunstancias desembocaron finalmente en la adopción generalizada del periódico a medio penique en Gran Bretaña a principios del siglo XX.

Hasta 1690 no se publicó en las colonias americanas algo que se pareciese a los primeros periódicos europeos. El Publick Occurrences, Both Forreign and Domestick, un periódico de tres páginas, comenzó a publicarse en Boston ese mismo año, pero fue suspendido por el gobierno tras la aparición del primer número.

El primer periódico estadounidense de tirada continua fue el Boston News-Letter, fundado en 1704 por John Campbell. Este periódico, censurado por el gobernador de la Colonia de la Bahía de Massachusetts, contenía noticias financieras y del extranjero y recogía nacimientos, defunciones y sucesos de carácter social. En 1721 James Franklin fundó el New England Courant en Boston; en su redacción figuraba su hermano pequeño Benjamin Franklin, que en 1723 marchó a Filadelfia, donde más tarde publicaría el Pennsylvania Gazette y el General Magazine.
El primer periódico de Nueva York, fundado en 1725, fue el Gazette; pronto le siguieron algunos otros como el New York Weekly Journal, publicado por el editor germano-americano John Peter Zenger. Al publicar Zenger ciertas críticas sobre el gobernador británico de Nueva York y su gestión administrativa, fue arrestado y encarcelado acusado de publicar libelos de carácter sedicioso. Zenger fue juzgado y declarado inocente, constituyendo su juicio un precedente importante en cuanto a la libertad de expresión en Estados Unidos.

En 1750 había 12 periódicos en las colonias británicas, que por entonces contaban con cerca de 1 millón de habitantes. En 1775 la población había aumentado hasta los 2,5 millones y el número de periódicos era de 48. Se publicaban semanalmente, tenían sólo cuatro páginas y por lo general su tirada no alcanzaba los 400 ejemplares. Los periódicos contenían más ensayos que noticias y mostraban un tono claramente libertario, anunciando la guerra de Independencia. Cuando la ley inglesa de 1765 fijó un fuerte impuesto sobre el papel la prensa prerrevolucionaria denunció dicha ley y se negó a pagar tal impuesto. Aun cuando la ley fue abolida en 1766, ya había provocado la unión de multitud de editores y propietarios de periódicos en apoyo de la causa independentista.

El primer diario de los Estados Unidos, el Pennsylvania Evening Post y Daily Advertiser, comenzó su edición diaria en 1783 en Filadelfia. En 1800, había en circulación 20 periódicos diarios y la cifra siguió en aumento durante las tres primeras décadas del siglo XIX según se propagaba la Revolución Industrial, alumbrando una nueva clase obrera en las grandes ciudades del país. Hasta 1830, los periódicos se ocupaban casi exclusivamente de las noticias económicas y políticas; por consiguiente iban dirigidos sobre todo a las clases privilegiadas. Benjamin Henry Day introdujo un gran cambio en 1833, con la primera edición del New York Sun, pionero de la prensa barata que dominó el periodismo estadounidense hasta finales del siglo XIX. En el New York Sun Day amplió el ámbito de las noticias incluyendo crímenes y violencia, artículos de actualidad y pasatiempos. Había nacido el periódico moderno destinado a una audiencia masiva; sólo costaba un centavo.

Al New York Sun, de éxito inmediato, pronto le siguieron el New York Herald, el New York Tribune y el New York Times. La prensa barata llegó pronto a otras ciudades del este y terminó propagándose por todo el país. Las tiradas de los periódicos alcanzaron rápidamente las cotas de decenas de miles de ejemplares. Los adelantos tecnológicos que permitieron obtener papel barato a partir de pulpa de madera y el desarrollo de rotativas rápidas que sustituyeron las tradicionales máquinas planas contribuyeron también al rápido crecimiento de los periódicos en todo el país.

En 1848 se produjo otro avance significativo. Seis periódicos neoyorquinos se aliaron para compartir los costes de la transmisión telegráfica de noticias desde Washington y Boston hasta Nueva York. Esta asociación informal pronto se convirtió en la Associated Press (AP), la primera agencia de noticias del país. Después de la Guerra Civil, AP creció rápidamente, suministrando a los periódicos enfoques políticos muy variados. Así pues, AP obligó a dar las noticias de una manera objetiva y sin partidismos, algo que todavía procuran muchos periódicos estadounidenses.

Entre mediados y finales del siglo XIX apareció en Estados Unidos una serie de excepcionales editores y propietarios de periódicos, anticipando el auge de los magnates de la prensa británica en el siglo XX. Uno de ellos fue James Gordon Bennett, quien en 1835 fundó el New York Herald. Lo convirtió en uno de los periódicos más leídos de su época, en un principio sobre la base de noticias de carácter sensacionalista y escandaloso y más tarde mediante una cobertura exhaustiva de noticias del extranjero. El editor más notable de la época, famoso por sus editoriales en apoyo de los derechos de los trabajadores y de las mujeres, en contra de la esclavitud y en defensa de la Unión en la Guerra Civil, fue Horace Greeley, que fundó el New York Tribune en 1841.

A medida que los periódicos comenzaron a competir entre sí para aumentar su tirada con objeto de conseguir más publicidad, los editores Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst comenzaron a practicar un nuevo tipo de periodismo. Pulitzer, en el New York World, y Hearst en el San Francisco Examiner y el New York Morning Journal, transformaron sus periódicos con noticias de carácter sensacionalista y escandaloso, incluyendo dibujos y otro tipo de pasatiempos como las viñetas de humor. Cuando Hearst comenzó a publicar secciones de humor en color, entre las que se incluía una tira titulada The Yellow Kid, a este tipo de periódico se le bautizó como "prensa amarilla".

El crecimiento de los periódicos se vio favorecido también por otros avances tecnológicos. La aparición de la primera linotipia a mediados de 1880 aceleró la composición al permitir fundir automáticamente los tipos en líneas. Se fueron perfeccionando las rotativas y las tiradas de los periódicos en las grandes ciudades alcanzaron las cotas de cientos de miles de ejemplares.
En cuanto a la historia de la prensa en España y en América Latina, hay que señalar que la más antigua de las publicaciones periódicas en lengua castellana fue el Correo de Francia, Flandes y Alemania, que empezó a publicarse en 1621.Veinte años más tarde Jaime Romeu inició en Cataluña la publicación del semanario Gazeta vinguda a esta ciutat de Barcelona, y en 1661 Julián Paredes dio a la prensa en Madrid el primer número de la Gaceta, diario que en 1697 pasó a llamarse Gaceta de Madrid. Hoy, tres siglos más tarde, se sigue publicando con el título de Boletín Oficial del Estado-Gaceta de Madrid.

En el siglo XVIII deben reseñarse medios como la Gaceta de México y Noticias de Nueva España (México, 1722); Primicias de la Cultura de Quito, el primer periódico de Ecuador (1729); el Diario Histórico, Político, Canónico y Moral (España, 1732); la Gaceta de Santa Fe de Bogotá (Colombia, 1735), el primer periódico colombiano; la Gaceta de Lima (Perú, 1743), el primero peruano; el Diario Noticioso, Curioso, Erudito y Comercial Público y Económico (Madrid, 1758); El Pensador (España, 1762), fundado por Clavijo y Fajardo; Papel Periódico de la Habana (Cuba, 1790), el primer diario cubano, y el Diario de Barcelona (1792), fundado por Pedro Pablo Ussón, decano de los diarios que se publican actualmente en España y el segundo más antiguo de los europeos.

Durante el siglo XIX vieron la luz el Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata (1801), el primer diario argentino; el Diario de México, la Gazzeta de Río de Janeiro, el primer periódico brasileño (1808); la Gaceta de Caracas (Venezuela, 1812); La Aurora (Chile, 1812), el primer diario de este país; El Museo Americano de Buenos Aires (1835), primera publicación ilustrada argentina; el Semanario Pintoresco Español (1836), fundado y dirigido por Mesonero Romanos, el primer periódico ilustrado español; La Época (1849); el Faro de Vigo (1836), segundo en antigüedad de los que se publican en España; El Telégrafo (1858); La Publicidad (1878); La Vanguardia (1881), que sigue publicándose; El Noticiero Universal (1888); El Pensamiento Navarro (1898); El Correo de Andalucía (1899) y otros.

A lo largo del siglo XX se han fundando en España diarios como ABC (1904) que sigue publicándose, El Sol, La Voz, El Debate… Al término de la guerra civil fueron apareciendo distintos diarios de alcance nacional, como Ya, de inspiración católica, Arriba, falangista, Pueblo, vinculado a los sindicatos verticales, Solidaridad Nacional, defensor del nacionalismo español en Cataluña y posteriormente, tanto en los últimos momentos del franquismo como al llegar la democracia, aparecieron grandes empresas periodísticas que editan los diarios más importantes de los últimos años, como El País, El Periódico, El Independiente, ya desaparecido y El Mundo. Parte de estos medios, incorporados de lleno al uso de las nuevas tecnologías, publican ya colecciones de suplementos o de periódicos completos en CD-ROM, como por ejemplo ABC o El Mundo respectivamente. En América Latina, donde continúa la gran tradición periodística iniciada siglos antes, en la actualidad se siguen publicando diarios de gran tirada e influencia en las opiniones públicas de sus países respectivos, como por ejemplo: Clarín y La Nación, en Buenos Aires; El Tiempo y La República, en Montevideo; El Mercurio, en Santiago de Chile; El Tiempo y El Comercio, en Lima; Excelsior y El Universal, en Ciudad de México, entre otros.

El siglo XIX vio igualmente el desarrollo de los periódicos en Japón y en las antiguas naciones de la Commonwealth británica. El primer periódico en lengua inglesa en Japón, el Nagasaki Shipping List and Advertiser, apareció en 1861 y tras el derrocamiento del shogunado en 1867 surgieron los primeros periódicos modernos japoneses, que sustituyeron la antigua tradición de los bandos Kawara. El Koko shimbun fue el primero de ellos, mientras que el primer diario, el Yokohoma Mainichi, se lanzó en 1870, seguido en 1874 por el que todavía sigue siendo uno de los periódicos más populares del Japón, el Yomiuri Shimburi.

En la India el primer periódico nacional, The Times of India, surgió del Bombay Times, fundado en 1838. En Australia hubo una serie de pequeñas publicaciones regionales, sobre todo el Sydney Gazette y el New South Wales Advertiser (1803) que consiguieron sobrevivir a la censura, abolida en 1824 y al Impuesto sobre el Timbre, desaparecido en 1830. El primer periódico moderno, el Sydney Morning Herald, se fundó en 1831.

Fuente: Enciclopedia Microsoft Encarta
__________________
"Casualidad es el juego favorito del destino", Tilu