Ver Mensaje Individual
  #3 (permalink)  
Antiguo 20/06/2003, 16:45
Avatar de creativo
creativo
 
Fecha de Ingreso: diciembre-2001
Ubicación: Arriba de Salma Hayek
Mensajes: 3.461
Antigüedad: 22 años, 4 meses
Puntos: 102
Otra opinión, saca tus conclusiones:


Porqué no uso cámaras digitales (todavía)

Para situarnos creo que habría que empezar puntualizando que la inmensa mayoría del proceso fotográfico ya es digital hoy en día. Imprentas y laboratorios mantienen muy pocas de las tecnologías tradicionales, siendo sólo la fase de creación de las imágenes lo que hasta ahora se mantuvo al margen.

De hecho, yo también trabajo en digital... gracias a un escáner de diapositivas de gama alta. Me permite tener mis imágenes tradicionales archivadas pero también, cuando quiero, digitalizadas hasta 103 Mb, resolución por cierto que ninguna cámara digital ofrece actualmente. Seguramente cuando hablamos de fotografía digital deberíamos ser más cuidadosos y hablar únicamente de cámaras digitales.
La tecnología en estas cámaras está avanzando de manera rápida e imparable. Todos los fotógrafos estamos intrigados (en algun caso, también espantados) por estos cambios, pasados ya 140 años desde que inventaron la película.

Bastantes visitantes del web me han escrito para preguntar mi opinión al respecto, cosa que me sorprende... pero en fin, la expongo aquí para lo que pueda servir (de entrada, no tener que reenviar el mismo email a todos)


Personalmente, percibo unas ventajas muy claras en las cámaras digitales:

Economía. El ahorro monetario en película y revelados es muy tentador, y puede bastarse por sí mismo (especialmente a los que, como yo, tienen el disparador flojo) para amortizar de por sí solos el coste de la inversión.
Versatilidad. La potencia de nuestras herramientas se multiplica. Para cada imagen uno puede decidir la sensibilidad a la que se dispara, y la calidad del fichero resultante. Desaparece así una de las razones para cargar con dos cuerpos de cámara en el campo, o uno adicional de formato medio.
Inmediatez. En muchos casos es interesante poder examinar los resultados de forma inmediata, no porque no podamos esperar el revelado unas horas, sino por poder hacer pruebas en el mismo lugar. Además, hay una libertad añadida que proporciona saber que se pueden tirar las fotos que uno quiera (siempre que se disponga de suficiente memoria en el campo, claro).
Ahora bien, tambien existen en mi opinión unos inconvenientes claros:
Compatibilidad. A pesar de la continuidad con los actuales sistemas, los diferentes tipos de captador (CCD, CMOS, Foveon) son aún menores que el fotograma de 24x36, de modo que la compra de una cámara digital obliga a adquirir también ópticas granangulares porque las existentes dejan de serlo . Esta objeción probablemente desaparecerá pronto, ya que el tamaño de los captadores se incrementa muy rápidamente.

Inestabilidad. La tecnología digital todavía es inmadura, y evoluciona muy rápido: esto implica olvidarse de la inversión en el equipo si no se está en condiciones de amortizarla en pocos meses. La primera cámara profesional digital realmente utilizable, la D1, quedó obsoleta en menos de año y medio. Considerando que costaba casi el triple que una Nikon F5, parece un período bastante corto para un trabajador autónomo. Actualmente el período de vida de los aparatos profesionales no parece que supere el año, y los saltos tecnológicos (básicamente en resolución de los captadores) son enormes entre generaciones.
Costes y pesos añadidos. Una de las grandes ventajas digitales es obtener y manipular las imágenes de forma inmediata. Pero las pantallas incorporadas a las cámaras son prácticamente inútiles para la toma de decisiones; por tanto, tendríamos que transportar un ordenador portátil con monitor calibrado (algo harto difícil en un TFT). A falta de ordenador, hay que prever un vaciador de tarjetas de memoria. Pero claro, la cámara, el vaciador y/o ordenador consumen mucha energía que es imposible de extraer de pilas secas. Ya nos vemos pues con un montón de baterías recargables más sus correspondientes cargadores, con un gran incremento de peso en el equipo (dónde los enchufamos, por cierto, en el monte?). Por suerte la tecnología evoluciona también en el sector baterías, así como en el almacenamiento de datos.
Naturaleza del resultado. Una diapositiva es un objeto físico, tangible, fácil de almacenar y visualizar, que queda en propiedad del fotógrafo y que se puede digitalizar muy fácilmente en cualquier momento. Una imagen digital es información intangible, casi imposible de pasar a diapositiva; y si bien es posible determinar cuál es el "original" de cámara, es una imagen que simplemente no existe sin un ordenador en funcionamento. Este aparato es ahora la mitad de la foto, porque se convierte en herramienta imprescindible para la selección, clasificación y almacenamiento. Eso sí, no comparto la opinión de algunos fotógrafos, que argumentan que esta naturaleza intangible de la imagen y su facilidad de modificación afectan aún más la percepción (económica y artística) de su trabajo.
Visualización. Ya no es el ojo humano el que interpreta directamente la gama de colores y la nitidez de una imagen; ahora, debe hacerse sobre un dispositivo intermedio de visualización. El problema es que los ordenadores son herramientas imperfectas de reproducción de imágenes. Los monitores no tienen una calibración de color universal, existiendo multitud de estándares y perfiles diferentes en el software de tratamiento de imagen. Los dos tipos principales de ordenador doméstico, los Apple y los PCs, tienen parámetros de rendiimento de color totalmente diferentes!


Los usuarios finales de las imágenes deberán tener también un monitor calibrado, y siguiendo la misma norma. Y en ningún caso, finalmente, vemos posible visualizar tan bien ni tan rápidamente algunos centenares de diapositivas en una pantalla, como lo es en una mesa de luz. Otro punto lo constituyen de hecho los programas de gestión de archivos, ya que un trabajo de campo puede resultar en docenas de ficheros sobre diferentes soportes de memoria, todos denominados con combinaciones de cifras y que hay que examinar, seleccionar, renombrar y clasificar en pantalla.

Almacenamiento. Si los ordenadores y ya no los armarios han de ser los responsables de conservar nuestro archivo, deberán tener memorias masivas más fiables que las actuales. En la práctica, la mejor garantia al respecto son los sistemas RAID (Redundant Array of Independent Disks) de duplicación automática de datos, considerando que los discos duros individuales siguen fallando demasiado a menudo. Las copias de seguridad para archivar se están realizando sobre CDs pero no se conoce muy bien la longevidad de estos soportes grabados en casa. Hay estimaciones de sólo 10 años, y aún menos. En un archivo de 20.000 imágenes, esto puede representar tener que replicar cerca de 650 CDs periódicamente. Aunque es de esperar que la implantación definitiva del DVD grabable solvente esto por un tiempo.
En resumen, creo que aún es muy pronto. Personalmente esperaré cámaras con captadores parecidos al 24*36mm, con pantallas incorporadas más realistas; aparatos de menos consumo energético y con la disponibilidad de memoria resuelta, tanto interna como externa.

Además, aunque de forma menos imperiosa, habrá que asegurarse que detrás dispongamos de tecnologías y equipos de respaldo, como estaciones de trabajo de almacenamiento garantizado y DVD, que se puedan beneficiar de estándares de monitor más rígido y universales. Es de esperar que dispongan de programas de gestión de base de datos gráficas mejores que los actuales. Y por fin, claro, será necesario que totdo el mercado de la imagen (y no sólo los fotógrafos) acepte la tecnología y se adapte...

Cuánto tiempo falta para que todo esto se cumpla? Tres meses quizá...?