Las noticias que últimamente llegan sobre una de las grandes compañías del pasado, me hacen pensar que igual Sega está pensando en volver a fabricar consolas. Ya no sólo porque añoren tener una consola en el mercado, también porque no quieren dejar atrás algunas de sus sagas que, con el paso del tiempo, se han convertido en casi míticas. Está claro que Sega se echa de menos a sí misma. Ejemplos de ello son el lanzamiento de una Mega Drive el año pasado, la nueva mini-consola Zone Sega, los continuos comentarios en referencia a Shenmue, o el “Project Needlemouse”, presumiblemente un Sonic 4 que vuelve a las raíces de la saga.
Sega tiene varios puntos a favor para volver con fuerza: en primer lugar, pese a que no le fue bien, sin duda el paso de los años han demostrado que Dreamcast tuvo en un corto período de vida un catálogo impresionante y unas características adelantadas a su tiempo (juego online). Esto ha conllevado a mitificarla entre los más acérrimos fans de Sega. Y no les falta razón.
Otro punto a favor es esa masa de aficionados que espera poder ver algún día una nueva consola de Sega (pero una de verdad, no un emulador cerrado de 50 juegos), que puede representar una parte grande del mercado (seguramente un porcentaje importante de poseedores de Dreamcast comprarían una supuesta DC2, entre los que me puedo incluir).
Veremos que pasa entonces...