Tilu, lo del formato TIF es una cuestión de sentido común. Me explico: el primer trabajo que, necesariamente, has de realizar, es el escaneado de dichos documentos, es decir, obtener una imagen de los mismos. Así que es fundamental que este primer trabajo sea de la mejor calidad posible, tanto en resolución (dpi's) como formato de guardado de la imagen. Dentro de los formatos de calidad, el más adecuado es el tif porque es estándar, lo cual garantiza su vigencia en un futuro. También hay otros de calidad, pero son propietarios, es decir, no estándar.
Si yo tuviese un documento histórico que quisiera digitalizar para preservarlo sin por ello impedir su consulta, este primer trabajo lo haría a una resolución elevada, digamos 600 dpi, a color verdadero, por aquello de "grabar" hasta los más mínimos detalles del original (manchas, manchitas y demás imperfecciones del original) y lo guardaría en formato TIF comprimido (el cual, a diferencia de la compresión jpg, no afecta en nada la calidad: no es destructivo). Aun así, el peso de los archivos, dadas sus características, no sería pequeño... pero aquí prima la calidad.
Una vez realizado este primer trabajo, es cuando me plantearía poner el contenido a disposición pública para su consulta. Aquí se presentan dos opciones básicas: ponerlo a disposición pública como imágenes (copias de las originales, pero mucho menos pesadas, tanto por dimensiones como por profundidad del color), lo que impide buscar en el documento por texto, o ponerlo convertido en texto, a fin de poder realizar búsquedas en el mismo, lo que implicaría hacerles un OCR con todo lo que ello implica de trabajo de post-edición (sobretodo corrección de fallos).
En cualquiera de estas dos opciones, personalmente me inclino porque la versión pública estuviese en formato PDF.
En fin, lo que quiero decir es que el primer trabajo, el escaneado del documento, debe ser realizado con la máxima calidad en este caso de docs históricos. Después, estas imágenes (literalmente fotografías de los originales en papel), serán la base de cualquier otro tipo de trabajo y elaboración que quieras hacer o que se te ocurra.
Vamos, yo lo haría así, y no me estoy apoyando en informes ni estudios, sólo en mi sentido común.
