Cita: Es un Windows, pero en Linux.
Pero eso no es bueno, es malo. GNU/Linux no es Windows, y si el usuario entra pensando que se va a encontrar una copia barata de MS Windows, lo único que puede encontrar es frustración. Si le vendemos al usuario la moto de que se va a encontrar algo como Windows, seguro que terminará enfadándose por no encontrar lo que busca, y se sentirá engañado. Es mucho mejor decirle la verdad: no vas a encontrar un Windows, vas a encontrar algo que sirve para lo mismo que Windows, pero es diferente; y si no quiere algo diferente, no entrará en Linux, con lo que perderemos un nuevo usuario, pero al menos no ganaremos un nuevo anti-Linux.
Por otra parte, si al decir que "es un Windows" nos referimos a que es insultantemente fácil de usar, en ese caso estamos cometiendo un doble error: por un lado estamos reconociendo que Windows es el paradigma de la facilidad de uso (y que para ser fácil hay que parecerse a Windows), y por otro lado reconocemos que el estilo de Linux de la facilidad de uso es equivocado. Nada más lejos de la realidad: Linux debe recorrer su propio camino en la facilidad de uso sin hacer seguidismo de Windows, y a la hora de decidir si adoptar tal o cual característica no debe preguntarse "¿se hace así en Windows?", ni tampoco "¿lo entenderán bien los ex-usuarios de Windows?"; debe preguntarse, simple y llanamente, "¿es esto fácil de usar?". De otro modo, GNU/Linux estará condenado a ser un SO de segunda que se dedica a hacer seguidismo. Porque en la carrera por ser "lo más parecido a Windows" sólo puede haber un ganador: Windows. Donde Linux tiene serias opciones es en la carrera por ser "lo más fácil de usar, lo más intuitivo para el usuario".
Niños, repetid conmigo: Linux no es Windows, Linux no es Windows, Linux no es Windows...